Chemsex: una peligrosa práctica sexual para la salud física y mental

REDACCIÓN.- El chemsex es, según los expertos, la combinación explosiva de relaciones sexuales con determinadas drogas ilegales para facilitar, potenciar o prolongar el acto sexual dañando la salud física y mental de quienes lo practican.

Según el Ministerio de Sanidad, este consumo de drogas con fines sexuales da lugar a largas e intensas sesiones de sexo que pueden prolongarse durante horas e incluso días.

La práctica de chemsex puede producirse entre dos personas (pareja sexual casual o estable) entre tres o más personas mediante el sexo grupal.

Entre las sustancias que más se consumen en las sesiones de chemsex, se encuentran: GHB/GBL, mefedrona, cocaína, poppers, metanfetamina, ketamina, speed, éxtasis/MDMA y fármacos para favorecer la erección.

Este fenómeno se produce más en las grandes ciudades como Madrid y Barcelona y en ciudades costeras como Torremolinos, Sitges o Ibiza, entre otras. Lo más común es que se realice en casas y locales privados, pero también se puede dar en lugares públicos.

Tras la representación, la Asociación Imagina Más, una ONG de igualdad, salud sexual y diversidad organizó un coloquio entre profesionales de la salud, psicólogos y artistas.

Entre los participantes destacaron Alba Alonso socióloga, sexóloga y experta en atención al chemsex en Imagina MÁS y Ángel Iván Díaz, médico de Urgencias del Hospital Infanta Cristina y formador sobre chemsex quienes, además, en una entrevista para EFESalud nos explican cómo afecta esta práctica a la salud física y mental.

Chemsex en cifras
La encuesta European MSM Internet Survey (EMIS) realizada en 2017 sobre conductas sexuales muestra por un lado, que en el caso de España al menos el 14 % de los hombres que habían tenido relaciones sexuales con otros hombres en los últimos 12 meses habían consumido drogas estimulantes y el 7,6 % las había tomado en el último mes.

Los expertos aseguran que estás cifras han aumentado notablemente tras la pandemia.

¿Qué motivos pueden llevar a alguien a practicar chemsex?

“Existen una serie de variables que pueden darse de forma más generaliza en este tipo de pacientes, como por ejemplo la homofobia interiorizada, problemas de baja autoestima, ansiedad, depresión…”, explica la psicóloga y sexóloga Alba Alonso.

A pesar de que la media de edad de los usuarios más activos ronda los 30 ó 35 años, según afirma la experta, se está notando en consulta un aumento de pacientes cada vez más jóvenes.

El uso de aplicaciones de citas es un factor determinante dentro del público más joven. Según Alba Alonso, estas APP facilitan más el acceso al sexo y al consumo de drogas y en consecuencia, al chemsex.

Muchos pacientes buscan con estas sustancias una mayor excitación, desinhibición y sensación de confianza o seguridad. Además, hay quienes las consumen para realizar fantasías sexuales o para reducir el potencial dolor de prácticas sexuales más agresivas.

¿Cómo afecta el chemsex a la salud mental?

“La consecuencia más evidente en la salud mental de los pacientes que practican chemsex, es el desarrollo de adicciones de todo tipo”, afirma la psicóloga.

Las principales adicciones son a las sustancias que se consumen, al sexo o incluso la adicción cruzada al sexo y uso de sustancias.

Otra posible dependencia, recalca la psicóloga, es la que genera el uso excesivo de las aplicaciones móviles relacionadas con encuentros y citas sexuales.

Entre otras importantes consecuencias destacan la distorsión de la vida sexual que pasa a estar condicionada y determinada por la experiencia de consumo. También son frecuentes la generación de ansiedad, estrés, depresión o incluso trastornos psicóticos derivados del consumo de sustancias.

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