Redes Sociales revientan de saludos a Nicanor Parra en su 102 cumpleaños
SANTIAGO DE CHILE. Las redes sociales reventaron hoy en Chile de saludos a Nicanor Parra, que este lunes celebra su cumpleaños 102 en su casa de la localidad costera de Las Cruces, en la que según sus allegados, sólo quiere saludos de sus parientes más próximos y de algunos amigos cercanos, poco abundantes en la realidad…
“Antifelicidades a Nicanor Parra en su cumpleaños número 102, de lo bueno que tenemos en este país falto de cultura”; “Grande Nicanor, lo mejor es verlo en su casa en Las cruces o paseando por la playa”; “La antipoesía que nos hace reflexionar, mas presente que nunca”. señalan algunos mensajes.
También, “Necesitamos más Nicanores y menos huevones”; Felicidades para el único y más grande antipoeta del mundo, que es el gran Nicanor Parra”; “Felicidades en su No Cumpleaños, Nicanor Parra”; “¡102 años no los cumple cualquiera! Feliz cumpleaños al gran Anti poeta Nicanor Parra”; “Un grande que hoy cumple 102 años! Eso es ser un grande. Felicidades y que siga por más tiempo”.
Se espera que como cada 5 de septiembre, sus vecinos de Las Cruces lleguen hasta su casa para saludarlo y ofrecerle un vaso de vino y una empanada y cantarle el tradicional “Cumpleaños Feliz”.
Nacido el 5 de septiembre de 1914 en la localidad sureña de San Fabián de Alico, Nicanor es el mayor de nueve hermanos y el único superviviente de la camada, tras el fallecimiento, la semana pasada, del benjamín de la prole, Óscar Parra, más conocido como el Tony Canarito, que partió a los 86 años, tras pasar toda su vida en el circo.
La familia Parra, todos artistas talentosos, es considerada por esa razón una de las más importantes de la historia de Chile en el último siglo, con Violeta como principal figura junto con Nicanor, pero además con creadores como Roberto y Eduardo entre los más reconocidos.
Las canciones de Violeta son conocidas en el mundo entero, sus décimas han sido elogiadas por la crítica; “La Negra Esther”, nacida de versos autobiográficos de Roberto Parra, es la obra teatral más vista en la historia de Chile y Eduardo Parra ha sido ungido como el creador de un peculiar estilo musical: el “Jazz huachaca”.
Nicanor es el creador de la antipoesía, una forma de relato con la que a mediados del siglo pasado proclamó el fin “de la poesía del tonto solemne”, con la que según destacó Carlos Peña, rector de la Universidad Diego Portales, cuando Nicanor cumplió un siglo, hace un par de años, despojó a la poesía de subjetividad.
Un despojo en el fondo y la forma, pues la obra de Parra utiliza el lenguaje cotidiano, de la gente de a pie.
Según dijo una vez a Efe el propio Nicanor, se trata de unn objetivo que subyace en todos los creadores literarios y que hace casi mil años emprendió Gonzalo de Berceo cuando dijo “quiero hacer una copla en román paladino, como suele el pueblo hablar a su vecino”.
“Cancionero sin nombre” (1954) “Poemas y antipoemas (1954) – “Versos de salón” 1963; “Canciones rusas”; “Obra gruesa” (1971); “Sermones y prédicas del Cristo de Elqui” 1979; “Hojas de Parra” (1985) “La Sagrada Familia”, 1997, son algunas de sus obras principales de antipoesía.
La Antipoesía, a la que agregó después sus célebres y explosivos “Artefactos” (”La izquierda y la derecha unidas, jamás serán vencidas”, “Cuba sí, yanquis también”) y elogiadas traducciones de obras de Shakespeare (Lear, Príncipe & Mendigo, 2004), le han significado a Parra reconocimiento general en gran parte del mundo.
El Premio Nacional de Literatura (1969), Premio Juan Rulfo (1991), Honorary Fellow, Saint Catharine’s College, Universidad de Oxford (2000), Premio Reina Sofía de Poesía (2001), el Premio Miguel de Cervantes (2011) y el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda (2012) son algunos de los galardones que ha cosechado durante su vida creativa.
Muchas veces su nombre ha rondado la concesión del Premio Nobel de Literatura, pero hace ya varios años que renunció a ilusionarse. “Estoy más cerca de los cipreses que de los laureles”, dijo una vez a Efe.
Las “Instalaciones” de Parra son otro hito de su obra, a veces no comprendidas del todo o incluso rechazadas, como un crucifijo sin la figura de Cristo, en cuyo lugar hay letrero que dice “voy y vuelvo”) o cuando “ahorcó” las figuras de los presidentes de Chile.
En Las Cruces, donde hace tiempo dedicaba momentos a mirar con un catalejo la tumba de Pablo Neruda, hacia el norte, o la de Vicente Huidobro, al sur, Parra no abandona su quehacer creativo, según sus cercanos, pese a que hace ya bastantes años que escribió: “Ya no me queda nada por decir/ Todo lo que tenía que decir/ Ha sido dicho no sé cuántas veces.
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