De la Rosa y Carpio advierte en Haití sectores poderosos pretenden dañar relaciones
Ramón Benito de la Rosa y Carpio.
SANTIAGO. A juicio del arzobispo emérito de la Arquidiócesis de esta ciudad, monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, en Haití hay sectores poderosos, entre ellos congresistas, que están tratando de dañar las relaciones bilaterales que existen entre las dos naciones, asumiendo posturas absurdas contra la República Dominicana…
“Nosotros queremos saludar esa decisión humanitaria que tomó el señor Presidente de acudir con prontitud enviando un convoy de vehículos con alimentos, medicinas, y materiales de construcción para ayudar al vecino país de Haití”, significó.
Explicó que la República Dominicana debe continuar ofreciendo ayudas humanitarias al vecino país, porque la situación de calamidades no la están sufriendo los grupos de poder haitianos, sino el propio pueblo, pasando hambre e insalubridad.
Dijo que esta posición de algunos grupos minoritarios haitianos ayudará a que la República Dominicana pueda definir y diferenciar que allí existen sectores de poderes que lo que buscan es defender sus intereses y hacer daños.
El arzobispo emérito de la Arquidiócesis de Santiago aseguró que esos grupos además de defender sus intereses en el vecino país, también tienen sus prejuicios contra la República Dominicana.
“Yo entiendo que nosotros los dominicanos aunque haya grupos minoritarios en ese país que nos adversan, debemos mantener nuestras posturas de seguir ayudando Haití, consciente de que el pueblo nada tiene que ver con este asunto”, sostuvo.
Declaró que hay que establecer cuáles son los intereses que realmente defienden algunos legisladores haitianos, tras señalar que los mismos pueden ser económicos, políticos o ideológicos.
Consideró que los dominicanos deben aprender a distinguir cuáles son esos grupos que muchas veces se tornan agresivos contra la República Dominicana y obstruyen para que no haya una buena relación entre los dos países.
Detalló que cuando conversa con algunos ciudadanos haitianos residentes en Santiago le manifiestan la gratitud y la buena hospitalidad que le brindan los dominicanos a ellos en todo el entorno donde residen.
“Ellos nos dicen que aquí no tienen ningún tipo de problema, que ellos viven bien en la República Dominicana, donde han podido muchos de ellos educarse y trabajar dignamente”, explicó el religioso.
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