República Dominicana tiene escasez de médicos en distintas especialidades
La falta se atribuye a la baja demanda y a que no se incluyen en los programas universitarios
SANTO DOMINGO. La paciente fue a emergencia por una reacción alérgica desconocida. El médico que la atendió la refirió a donde un alergólogo. Empezó la búsqueda y se le hizo difícil. Encontraba pocos y los que contactó no tomaban su seguro médico. Finalmente, dio con una doctora e hizo una cita…
Al entrar al consultorio, la paciente se sintió aliviada. Veía la cara de la especialista que buscaba. Aprovechó y le preguntó: -Doctora, ¿por qué son tan escasos los alergólogos? La médico le respondió: -Porque la especialidad no la imparten en el país y hay que ir a estudiarla fuera. Somos solo unos diez a nivel nacional.
En la República Dominicana se han desarrollado especialidades y subespecialidades médicas consideradas tradicionales, como la ginecobstericia, pediatría, cirugía, medicina interna, ortopedia, hematología e infectología, entre otras.
En el país necesitamos aproximadamente unos 2,000 médicos familiares.
Mery Hernández es una pediatra perinatóloga, nutricionista y gerente en salud, quien también es secretaria general del Colegio Médico Dominicano (CMD). Indica a Diario Libre que hay especialidades que por la poca cantidad de gente que las demanda y de la necesidad del sistema, no se han incluido en los programas de enseñanza del país.
Cita el campo de la genética y dice que hay “unos cuantos… no más de cinco”, a pesar de que es necesaria. “La genética lleva gran cantidad de laboratorios porque son pruebas que se hacen a elementos orgánicos del cuerpo humano, y en el país no están esas destrezas necesarias y herramientas para poner a funcionar una especialidad de genética”, dice.
También, agrega la alergología e inmunología, y hace una salvedad. Explica que la condición para producir enfermedades son las inflamaciones y estas tienen que ver mucho con la inmunidad. Indica que la lactancia materna define cómo será el niño en su vida adulta, al igual que los partos vaginales. Sin embargo, lamenta que en el país exista una baja tasa de lactancia materna exclusiva (7.8 %) y una alta cantidad de cesáreas, y esto influya en el aumento de los procesos alérgicos en el individuo.
“En el país hay un aumento de procesos alérgicos. Las primeras enfermedades son las respiratorias y luego las diarréicas, y se relacionan las dos con procesos alérgicos (…) o sea, que es una necesidad la formación en esos ámbitos”, dice.
En el país también se requiere personal en las subespecialidades pediatría otorrinolaringológica, oftalmología pediátrica y ortopedia pediátrica. “Tenemos pero tienen que formase fuera del país y no todo el mundo tiene la oportunidad”, destaca Hernández.
Cita a Cuba, Venezuela, México y Brasil entre los países con acuerdos con la República Dominicana a donde el personal médico local acude a adiestrarse.
La doctora indica que pacientes que deben ser atendidos por especialistas específicos y que son escasos, acuden a médicos que atienden adultos o se consultan con médicos tradicionales que tienen conocimiento en esas áreas.
A la fecha, el Servicio Nacional de Salud registra 14,958 médicos nombrados en el sector público, sin contar los del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS), conforme a un reporte suministrado a Diario Libre. La cifra incluye 1,577 médicos pasantes de ley.
La sicología también tiene carencias
El presidente del Colegio Dominicano de Psicólogos, Milton Corniel, dice que en el caso de los programas de maestría y especialidad en sicología, el país tiene demanda de estudios de posgrado en sicología de la atención primaria, clínica -actualizada a la realidad del país-, educativa, deportiva, hospitalaria y forense.
Indica que también hace falta “dar mayor respaldo y facilidad de acceso a los ya existentes: familiar, neuropsicología, sicología de la intervención social y sicopatología”.
Programas con pocos interesados
La doctora Hernández destaca que ocurre también una situación inversa. Hay programas que se llevan más tiempo en la formación pero no cuentan con una cantidad considerable de recursos humanos a beneficiarse. Cita el caso de la medicina familiar.
“Aquí en el país necesitamos aproximadamente unos 2,000 médicos familiares, sin embargo se ha comenzado la residencia en medicina familiar y se quedan vacías porque el Estado los forma y luego que están formados, andan unos 800-900 médicos familiares formados que no han encontrado plaza cuando nosotros hablamos de que tiene que iniciar un primer nivel de atención”, se queja.
Eventualmente, la demanda de las especialidades y subespecialidades médicas comienzan a hacerse sentir y las universidad deben analizar y priorizar los recursos humanos a formar.
“O sea que ese es un tema que se tendrá que tratar”, concluye Hernández.
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