Acusan boricua de asesinatos de dos dominicanos en El Bronx
Los dominicanos Jahaira Duvergé y Beramy García asesinados el pasado mes de julio en el Bronx
NUEVA YORK. El boricua Luis Chacón (El Loco Lou) fue detenido el viernes en Orlando (Florida) por policías que lo rastrearon en esa ciudad, acusado de los asesinatos de los dominicanos Beramy García y Jahaira Duvergé, el lunes 25 de julio de este año en el vecindario Mount Hope de ese condado…
Chacón es acusado de matar a García y a Duvergé poco antes de las 5:00 de la mañana, cuando ambas víctimas estaban en la intersección de la calle 175 y avenida Weeks, en la celebración de la Gran Parada Dominicana de El Bronx, que se celebró el domingo 24 de julio.
Chacón enfrenta dos cargos de asesinato y de ser hallado culpable podría ser condenado a cadena perpetua.
La Policía dijo que Duvergé, de 37 años, tenía uno de sus cuatro hijos cargado en el hombro, y García, de 33, se le acercó montando su patineta al coche del niño y lo chocó.
La mujer y él comenzaron una a discusión y Chacón intervino al pedirles que no siguieran la disputa, pero no le hicieron caso.
Luego, Chacón caminó en dirección contraria y disparó. Una de las balas impactó a la señora Duvergé en el pecho. Siguió disparando y mató a García, según las investigaciones.
Chacón reclamó que García le había faltado el “respeto”, pero se desconoce lo que habría dicho la víctima.
Jahaira Duvergé estaba sentada en una silla móvil y a más de 20 pies de distancia, cuando fue baleada. Murió en el hospital Saint Barnabas, donde fue ingresada.
García fue alcanzado por disparos en la cabeza, una muñeca y otras partes del cuerpo, según la Policía. Murió en la escena. Dejó tres hijos en la orfandad.
El padre de Beramy, Delfín García, de 66 años, dijo que la familia colectó dinero para repatriar los restos a la República Dominicana, donde su esposa, que era la madre de la víctima murió de cáncer de páncreas hace tres años.
Por su parte, Johanna Duvergé, hermana de Jahaira, exhortó a Chacón a entregarse a las autoridades y lo calificó de “cobarde, porque nadie que sea hombre mata una mujer delante de su hijo”.
Describió a la occisa como la mejor hermana del mundo, apreciada por todos los inquilinos del edificio donde vivía, y que nunca se había involucrado en problemas con nadie.
“Él no estaba en su sano juicio, estaba endrogado y borracho, ella era una buena persona, buena hermana y buena madre”, agregó.
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